Llega el calorcito. Sin embargo, podemos encontrarnos con sorpresas desagradables al abrirlo por primera vez en varios meses: Lona con moho o descosida, brazos desnivelados o maquinaria estropeada. Estos problemas muchas veces tienen una fácil solución sustituyendo las piezas dañadas, aunque su coste no es plato de buen gusto. Para retrasar la aparición de estos problemas, es recomendable un cuidado y mantenimiento correctos del toldo. En esta entrada queremos ayudaros a conocer los cuidados necesarios para alargar la vida útil de vuestro toldo.
La lona del toldo te protege, protégela a ella
El tejido de la lona, cuando es de calidad, tiene buenas propiedades funcionales y decorativas. Es un producto de alto rendimiento que cumple las más extensas exigencias técnicas en:
- Impermeabilidad
- Rigidez
- Repelencia a la suciedad
- Solidez del color
A pesar de sus bondades, mantenerlas puede requerir de un mantenimiento por nuestra parte. Así, no descuidaremos la durabilidad, seguridad ni propiedades de nuestro toldo.
Limpieza de la lona
Hay muchas leyendas alrededor de la limpieza del tejido técnico de tu toldo. Salvo por alguna excepción, aquí debe primar el sentido común. Por ejemplo, si tratas las manchas lo antes posible, te resultará más fácil de limpiar que tras un tiempo prolongado.
El proceso de saneamiento debe realizarse con jabón suave o neutro, cepillo y agua fría o tibia. El agua caliente puede perjudicar tu lona, por ello no recomendamos utilizarla en la limpieza. Tampoco debes utilizar detergentes o productos de limpieza muy abrasivos o podrías dañar sus propiedades impermeables o contra la suciedad. Además, los trapos, esponjas o cepillos que emplees tienen que ser suaves y sin zonas rígidas ni rasposas.
La frecuencia de limpieza para evitar acumulaciones de polvo y desechos tiene que ser regular. De lo contrario, se formará moho y se deteriorará la lona. Esta limpieza deberá ser más frecuente en las zonas cálidas y húmedas, por sus condiciones especiales. Si te resulta más fácil, debes saber que hay tintorerías especializadas en toldos. De esta manera, te aseguras de que realizan la limpieza correcta. Aunque si lo que buscas en un remedio casero y fácil para recuperar el color original del tejido, añade un poco de vinagre al agua del aclarado tras la limpieza.
Recuerda siempre que un toldo sucio puede provocar una mayor concentración de polvo y bacterias en el interior de tu vivienda. No sólo mejorarás las cualidades de tu toldo, sino también protegerás tu salud.
Mantenimiento de la lona
Además de limpiar la lona, debes conocer ciertas situaciones para garantizar una larga vida del sistema. Es importante que sepas que la humedad es una enemiga y que debes evitarla dentro de lo posible. Para ello, es recomendable tener recogido el toldo cuando llueve. Sobre todo, si su inclinación es inferior a los 14º, el agua quedará estancada y formará bolsas en el toldo. Esto dañará el tejido y formará moho en la superficie, suponiendo un peligro añadido para las personas y mobiliario que están debajo.
Todas las lonas que ofrecemos tienen una protección que las hace impermeables al agua. Por otro lado, esto no es garantía si no hay un correcto mantenimiento. Es muy desaconsejable enrollar el toldo cuando está húmedo. Es algo a lo que todos los instaladores dedicamos esfuerzo en erradicar. Si comenzase a llover y se hubiera humedecido el tejido, se debería abrir lo antes posible para secarlo. De esta manera, se previenen desperfectos en la lona y la aparición de moho.
Consejos para reducir el mantenimiento
La limpieza del toldo es algo inevitable si queremos mantener las propiedades intactas del sistema. Si tu toldo es funcional durante todo el año, te requerirá de una limpieza habitual, por lo menos dos veces al año. Sin embargo, si solamente lo usas en la temporada de verano, es aconsejable realizar la limpieza al final de ésta. Para no dañar tanto esta superficie, recomendamos instalar sistemas automatizados. De esta manera, el toldo se recogerá en caso de lluvia, viento o nieve.
También, una medida de seguridad adicional es incorporar un cajón hermético o “cofre“. Así, cuando el toldo está recogido, no entrará suciedad ni humedad.
Sobre todo, el consejo más importante es seguir las recomendaciones del fabricante o instalador y efectuar periódicamente un revisión. De esta manera te ayudará a identificar averías antes de que se conviertan en problemas más graves.
¿Qué debo hacer para conseguir mi toldo?
Por supuesto, es muy difícil para un potencial cliente diferenciar entre unos modelos o fabricantes de otros. Para no equivocarnos con la elección de nuestro toldo, nosotros tenemos dos recomendaciones: Escoger un fabricante reconocido con una buena relación calidad-precio y elegir instaladores con experiencia y garantías.
